viernes

Y todos los sueños que tuve... bueno simplemente los robaste. Y otra vez se volvió a repetir el mismo desenlace, turbio, seco, horrible. Mientras tanto, yo sigo esperando lo que nunca va a llegar. Ese es el dilema de la gente paciente, y en teoría, empeora cuando se está enamorado, cuando se ama como a los veranos cálidos y los inviernos congelados. Tengo que confesar que él vuela alto, por sobre todas las aspiraciones de la gente común. Él no es común. Yo si lo soy, es obvio que no estamos hechos el uno para el otro.

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