Esta es una de esas cosas que jamás pensé que iba a decir, pero si querías que me aleje había maneras mucho más amables de decirlo que escupiéndolo en mi cara. No enseñan a superar estas cosas en la escuela, nada más te plantean un par de reglas que solo existen para que las rompas.
Y si me equivoco, entonces sacudime y poneme en mi lugar, pero para sacudirme y que me de cuenta de las cosas tendrías que tirar una bomba, así de paso desaparezco sin dejar rastro de nada. Me voy a haber desarmado y nadie va a poder ponerme en mi lugar porque cuando estás rota, por más que recojan cada uno de los pedazos, ninguno va a encajar y cuando el viento sople me va a llevar con él.
Ojalá llegue el día en el que piense en vos y sonría, pero estos días todo dura tan poco.
Acordate los nombres que elegimos para cuando tengamos hijos, pero el problema con soñar este tipo de cosas, es que nada es lo que parece y cuando te despertas todo cae entre tus dedos.