lunes

-Es como que cada vez que dibujabamos un comienzo lo que dejabamos atrás se iba borrando. Ninguno de los dos teníamos fundamentos para nada.
Juro que se que los disfraces de pequeña ya me quedan chicos y que no existe tal cosa llamada esperanza, pero de verdad quería que las cosas funcionen...
-¿Y ahora?
-Ahora vago por la vida, con una mochila cargada de todo lo que no pude decir, me privaron de ese derecho y me siento ultrajada. Siento que si, tal vez, hubiera dicho todo lo que tuve ganas de decir, no me sentiría tan llena de todo. ¿Verdad?

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