sábado

Bueno se me fue la emo de adentro un toque y me dispongo a escribir algo bien literal, nada metafórico porque no le encuentro mucha metáfora a lo que me dieron ganas de decir.
La cosa es que estaba viendo una pagina sin mucha importancia, y comentaban sobre los libros de Bernardo Stamateas (léase: El tipo evangelista que cuando estaba el programa de dilemas familiares de Moria aparecía en los cortes, con su Señora Esposa igualmente evangelista, invitándote a sus misas) y sobre el éxito de sus libros de autoayuda, nada demasiado importante... pero sirvió de disparador para que yo me entre a preguntar el por qué del gasto innecesario de plata en esta pelotudes de libros de autoayuda si la mayoría de cosas de las que hablan las sabemos. Digo, en mi research encontré que uno de sus libros se llama "Gente Tóxica", no creo que deba leerlo como para saber de que se trata, y así como presupongo la tematica del libro, ya que el titulo no deja demasiado a la imaginación del lector, digo, QUE LEVANTE LA MANO EL QUE NO SABE QUE HAY GENTE ENFERMA EN EL MUNDO. Todos somos concientes de que la mayoría de gente que nos vamos a cruzar en la vida van a ser terribles hijosdeputa y que la mejor manera de lidiar con esto es el gran gran "Si te he visto no me acuerdo", lo genial de la cosa, es que para algunas personas es necesario que te lo diga un evangelista que debe estar prendiendose los puros con tu plata.
La verdad que no entiendo el sentimiento de tranquilidad que sienten estas personas cuando leen que hay personas enfermas, que son capaces de cagarte el día y lo que sea, y se sienten comprendidas y acogidas... ¡ SI YA LO SABÍAMOS !
Bueno da igual, así como en el mundo hay evangelistas zanateros y gente que se da cuenta del curro, debe haber también pelotud@s que compran esos libros.

Next: El libro de Valeria Mazza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario