-Nunca conocí el amor. Nunca tuve confianza cuando alguien me decía "Estamos hechos el uno para el otro". De hecho, nunca hubo alguien que lo diga. Y por mí está perfecto. No me puedo amoldar a lo que otra persona espera de mí, y no puedo dar más de lo que saco. No hay una parte de mi que quiera/pueda dejar doler deliberadamente por alguien. No creo tener fé en nada, no puedo dejar de emborracharme y llenarme de problemas. Está en mis genes, en mi arte, en mi instinto mantenerme atormentada por algo. En algún punto, todos tenemos ese egoísmo.
Debo admitir, que si alguien no era lindo superficialmente, me costaba salir a la calle con esa persona, darle la mano y caminar juntos en público, dándole a entender a la gente que si, él era mío y si, yo era suya.
Hay partes mías que amo, tobillos delgados, ojos débiles... pero demasiadas que odio
y me resulta imposible creerle a alguien que me dice que soy hermosa hasta que no enmiende esas partes. Voy a seguir luchando con los "demonios" que me atormentan y tienden a asfixiarme y es entendible que mucha gente no entienda el por qué. Es una constante pelea conmigo misma que mantengo en la cabeza cada puto día de mi vida. Son cosas mías que no comparto con nadie, guardadas en los rincones más oscuros, debajo de la cama, me avergüenzan.
Continúo soñando con un café cuando me levanto, cigarrillos después de follar, dedos presionándose sobre mi espalda, dormirme en su falda... pero no sé qué decirle, cómo actuar, y termino sintiéndome presionada, no amada.
Me muevo entre polos totalmente opuestos, camino en una linea entre ellos. Vivo expuesta a los cambios de ánimo y eso no se acepta facilmente, me dan pánico las bases del amor, seguir esas reglas, compromisos y advertencias, es más, creo que lucho en contra de ellas. Por eso prefiero estar sola. Y en parte es por eso que somos amigas, verdad?
-Debería contarte algo...
-Dime
-Estoy perdidamente enamorada de un hombre que me sacó todo lo que acabas de mencionar de la cabeza...