jueves

Ahora que tu mirada y la mía no se encuentran en el mismo punto de fuga siento que debería intentar buscar otro vicio en el cual ocupar mi tiempo. Ya no nos pertenecemos y todas esas lindas y vanas promesas se fueron junto con vos.
Es extraño ver-imaginar-rehacer mi vida alejandola del concepto que había concebido, en el que, claro, vos eras parte. No voy a mentir y decir que me duele, no me duele más que otras tantas cosas que no voy a mencionar. Las condolencias no me gustan, mucho menos los cariños condescendientes. Se terminó, listo. No me mires y mucho menos me toques porque podría desintegrarme y pasar a ser millones de moléculas imperfectas flotando por el aire que vas a respirar.
No me respires.
No quiero que me respires.

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