sábado

Y los días se deslizaron sobre hielo desierto de la nostalgia...
El aire siempre fue un perfecto shampoo para mis ideas, como también lo fue el fresco de tu cuerpo. No puedo recordarte completamente. El hacerlo es como tratar de luchar contra un caleidoscopio, buscando conseguir en la observación una mirada fija, una realidad estática sin desviaciones ni reflejos.
Lo maravilloso, es que sé que el recordarte era como esa suerte de fijación. A veces creía que lo conseguía y te comprendía.
Lo hipnótico era ese juego de recordarte justo en el instante... justo cuando estaba debajo tuyo..
Pero lo irónico era, que la realidad se seguía transmutando permanentemente sin control independientemente a que te recordase. Vos me veías y yo te recordaba, segundo después, se repetía lo mismo, exactamente con un caleidoscopio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario